La cantante boliviana Luisa Molina murió este domingo, víctima del COVID-19. Con 65 años de edad, Luisa Molina tuvo una larga carrera en la música boliviana, siendo representante del género folklorista. Luisa falleció luego de una semana de convalecer en La Paz, ciudad capital boliviana. Nacida en Uyuni, en 1955, la música de Luisa Molina estuvo nutrida también por la presencia de una instrumentación típica de la región, con instrumentos autóctonos. Al igual que muchos otros folkloristas de América Latina, Molina combinó su actividad musical con otra profesión debido a la independencia musical de los artistas, en su caso se dedicó a la docencia. Además de un par de discos con el Grupo Femenino Bolivia, Molina publicó más de una decena de álbumes solista, con notable éxito en su país durante los años ochenta y noventa. Su actividad comenzó desde los años setenta, con una carrera que también incluyó el baile (como bailarina de ballet) y la actuación. Entre sus álbumes están Te voy a olvidar, Hoy como ayer, Recuerdos y Vas a llorar, además de exploraciones a otras tradiciones del folklor latinoamericano, como en su producción Mi voz para México.

La cantante boliviana Luisa Molina murio víctima del COVID-19. Con 65 años de edad, Luisa Molina tuvo una larga carrera en la música boliviana, siendo representante del género folklorista. Luisa falleció luego de una semana de convalecer en La Paz, ciudad capital boliviana. Nacida en Uyuni, en 1955, la música de Luisa Molina estuvo nutrida también por la presencia de una instrumentación típica de la región, con instrumentos autóctonos. Al igual que muchos otros folkloristas de América Latina, Molina combinó su actividad musical con otra profesión debido a la independencia musical de los artistas, en su caso se dedicó a la docencia. Además de un par de discos con el Grupo Femenino Bolivia, Molina publicó más de una decena de álbumes solista, con notable éxito en su país durante los años ochenta y noventa. Su actividad comenzó desde los años setenta, con una carrera que también incluyó el baile (como bailarina de ballet) y la actuación. Entre sus álbumes están Te voy a olvidar, Hoy como ayer, Recuerdos y Vas a llorar, además de exploraciones a otras tradiciones del folklor latinoamericano, como en su producción Mi voz para México.