viernes, 18 de julio de 2025
obrevivió al holocausto . Eufemio García Álvarez Una historia que no debió suceder .
Sobrevivió al holocausto .
Eufemio García Álvarez Una historia que no debió suceder .
Eufemio, el niño superviviente de Mauthausen
Eufemio viajó con seis años en el tren de ganado que llevaba a republicanos españoles a las cámaras de gas. Los nazis, que querían presos para trabajos forzados, lo descartaron por su edad. Su padre fue uno de los 5.000 españoles que fueron exterminados en el campo de Mauthasen
Con 90 años y su mente lúcida, Eufemio García Álvarez no se quita de la cabeza el día en el que empezó el calvario que lo llevó a las puertas del campo de concentración. Junto a su familia vivía en Francia. "Mi padre no quería saber nada de la guerra civil y huimos de España", relata.
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Atravesaron los Pirineos por Cataluña como muchos republicanos y se asentaron en el sur del país vecino. Cuando Alemania atacó Francia les dijeron que se iban de viaje.
El padre le pedía al intérprete que le diera un poco de tiempo ya que se quería afeitar, arreglar y ponerse una camisa limpia. "Donde vas no necesitas nada. Se entra por la puerta y se sale por la chimenea", es lo que recuerda Eufemio de lo que le contaba su madre.
Y la familia al completo, sus padres, su hermana pequeña de tres años y su tía acabaron en el tren que los llevaría a las puertas de Mauthausen.
Cuatro días en un tren de ganado
Como animales y a empujones fueron obligados a subir al ya tristemente conocido como "El convoy de los 927", que partió de Angulema en agosto de 1940.
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Hacinados, sin higiene, sin apenas comida recorrieron media Europa hasta llegar al pueblo austriaco al lado del Danubio donde muchos encontraron la muerte. Pero ellos no sabían el destino. Algunos temían la vuelta a España a la dictadura franquista. Otros creían que los llevaban a un sitio seguro de Francia, pero pocos pensaban que iban al campo de exterminio.
"Me salvó la edad"
Los nazis necesitaban presos para trabajos forzados. Solo querían hombres mayores de 14 años.
"A mí, como tenía 6 años no me dejaron entrar, pero conmigo venían niños que mintieron con la edad. Dijeron que eran mayores para quedarse con sus padres. Y allí se quedaron. A mí me salvó la edad", repite varias veces con los ojos vidriosos, al recordar el momento en el que lo separaron de su padre, al que ya no volvió a ver. Años después le llegaría de las autoridades francesas la partida de defunción en la que ponía que había muerto en un sanatorio.
"Alemania los mató, pero Franco lo permitió"
En su vuelta a España, con la dictadura lo separaron de su madre y le asignaron una familia franquista. Eufemio no pudo ni contar su drama. En el colegio no podía ni hablar de su padre muerto. Tenía miedo a represalias. Sobrevivió como pudo.
Aprendió el oficio de zapatero y estudió para saber lo que ocurrió con su padre y los miles de republicanos españoles que murieron en las cámaras de gas.
Lo tiene claro: "Los alemanes los mataron, pero la muerte venía decidida de España y la decidió Franco", que se desentendió, cuenta, de los que el régimen consideraba "rojos peligrosos".
A Eufemio le apena que muchos jóvenes no sepan nada de esta historia y celebra que en España se haya abierto una investigación para investigar si hubo connivencia entre el régimen de Franco y los nazis para enviar exiliados españoles a campos de concentración.
Y volvió a Mauthausen
Eufemio necesitaba cerrar su duelo y en 2011 volvió al campo de concentración con su mujer, Teo, con la que lleva más de 60 años casado, con su hermana y otros familiares.
Y allí pusieron una placa que llevaron de Madrid y la colocaron cerca de donde estaban las cámaras de gas, con la inscripción " Eufemio García García. Tus hijos y tus nietos no te olvidan".
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